La armas de Khaddafi que no sirvieron

El líder libio Muhammar Al Khaddafi fue un generoso aliado de la Argentina durante Malvinas. A fines de mayo de 1982 envió dos aviones Boeing 707 cargados de material bélico: quince misiles aire-aire 530 calorías, veinte misiles Estrela lanzador Kasef, sesenta misiles Estrela proyectiles Maksuf, morteros de 60 milímetros, mil bombas iluminantes y varias municiones. “Khaddafi puso el armamento a nuestra disposición y cargamos rápidamente los aviones “cuenta el brigadier Teodoro Waldner, protagonista de las negociaciones con el coronel musulmán”. Exocet dijo que no tenía. Mucho de este material no fue utilizado durante la guerra. Desconozco por qué.

Las tratativas con Libia comenzaron en abril del 82. Ese mes viajaron a Trípoli el brigadier Teodoro Waldner, el general José Segundo Dante Caridi (quien más tarde conduciría el Ejército), el almirante Benito Moya, un sacerdote musulmán “profesor de Cultura Oriental en la Universidad Católica Santo Tomás de Aquino de Tucumán” y el rector de esa Universidad, fray Aníbal Fosbery. “El primer viaje fue más bien protocolar “opina Waldner”. No nos entrevistamos con Khaddafi, sino con el jefe del estado mayor de las fuerzas armadas libias, un general de tez oscura que comentó: `Los argentinos deben tener un padrino muy poderoso para lanzarse a una guerra contra Inglaterra, y si no es así, son muy tontos’. Yo le contesté: `General, somos tontos’; mi respuesta lo sorprendió.”

El 14 de mayo del 82 viajó una nueva comitiva con una carta del presidente Galtieri para Khaddafi, que decía: “Nuestro país ha sufrido el ataque artero de las fuerzas colonialistas ateas y anticristianas que Su Excelencia bien conoce. Estamos convencidos de que esta Cruzada Nuestra tiene el sentir del Yhihad o Guerra Santa”. “Yo no recuerdo la carta “aclara Waldner”. Pero volvimos con dos Boeing repletos de armamento.” El brigadier asegura que Khaddafi no pidió jamás retribución económica. “Les enviamos aviones con frutas porque un temporal había destruido sus cosechas”. Esos aviones regresaron a la Argentina con más material bélico. “Cuando la guerra de Malvinas terminó, el líder libio “explica el brigadier José María Insúa, entonces jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea” le preguntó a la junta militar qué hacía con el armamento que tenía para la Argentina.” Insúa viajó a Trípoli en febrero del 83. “Nos llevaron a un desierto cerca de Bengazi, donde nos recibió Khaddafi. En la puerta de su carpa me dijo: `El armamento que les envié fue un regalo en conmemoración del 25 de Mayo de 1810′.”

En abril del 83 llegó a Buenos Aires una comitiva presidida por el ministro de Industria. “Iban a continuar las negociaciones por un préstamo que yo había solicitado. Encontraron solo indiferencia. La junta militar los ignoró por cuestiones que desconozco. El ministro libio me dijo: `Este un país de gente rara’. Creo que nos daba vergüenza que Khaddafi nos hubiera ayudado durante la guerra. Cuando llegó la democracia se perdieron todos los contactos. Incluso la posibilidad de construir una usina nuclear en Libia”, concluye Insúa.

Luis Satini

Las fotos, material de archivo y textos exhibidos en www.3040100.com.ar son propios o han sido autorizados por los autores con mención de los mismos. Por eso advertimos que todo el material a utilizar de www.3040100.com.ar tiene propiedad intelectual, propia o de terceros, solicitando previamente su uso y mencionado los créditos, recordando las disposiciones de la Ley 11723, sus complementarias y modificatorias.
http://www.argra.org.ar/web/asociacion/ley-de-autor.html

Volver atrás

|