Rinke: “todos teníamos huevos”

A 30 años de Malvinas, a medida que van pasando los años veo que estuve en un lugar, en un acontecimiento enorme, enorme!, en defensa de la patria. Quizá por eso, ahora que uno se va volviendo un poquito más viejo, casi peinando canas, lo ve como una cosa casi increíble.

El haber estado arriba de un avión de caza, volando a800 kilómetrospor hora a ras del agua, enfrentando barcos que tiraban con todo tipo de artillería, metralla, y nosotros enfrentándonos a ese gran desafío, de tanto peligro, es como uno lo puede calificar a ahora a ese momento, increíble!!.

En lo personal tuve seis incursiones, de las seis tuve cuatro efectivas, con contacto contra el enemigo, tres contra barcos y una contra posiciones terrestres.

Inglaterra pagó caro su pic nic, de los veintidós barcos que trajo, le hundimos ocho o diez y fueron varios averiados, en total podemos hablar de un número de entre 17 y 20 barcos fueron puestos fuera de combate tranquilamente.

Los momentos previos a las salidas, eran los momentos de mayor estrés, porque uno ya desde la noche anterior sabia que al día siguiente salía o estaba en un orden de prioridades, entonces ya  era como que de la noche anterior, la venia palpitando y la venia trabajando, así que había que tratar de todas maneras de dormir.

Teníamos una cierta conducta con en el sueño porque sabíamos que de estar descansados y con todos los reflejos dependía mucho la supervivencia y la buena performance, así que tratábamos de dormir, en un momento dado uno se concentraba y dormía.

Después, en los momentos que ya sabia la misión efectivamente, se pasaba a la concentración que exigía la preparación particular del vuelo, tratar de que no se cometieran errores y estar en todos los detalles, tratar de apartar el pensamiento de la idea que podía ser la ultima salida, “la última salida”.

El momento más estresante de la guerra fue el 25 de mayo, cuando prácticamente tuvimos que atacar dos fragatas que estaban en el norte de las Malvinas, era en mar abierto y ese vuelo implicó un acercamiento, una aproximación de unos dos minutos a mar abierto, porque las fragatas estaban a unas 20 millas y nosotros incursionamos desde tierra, en vuelo rasante, entre las montañas, pero cuando salimos, salimos a aguas abiertas y ahí nos encontramos solos, contra las fragatas inglesas que indudablemente ya nos habían detectado y habían empezado con todo lo que era la defensa antiaérea.

Comenzaron con gran fuego hacia nosotros, yo era el dos de esa sección que fue la primera que atacó esas fragatas, el Coventry y la Broadsword, iba con mi compañero Carballo que era el líder de esa sección, nos acercamos durante dos minutos con vuelo rasante enfrentando esas fragatas que seguían disparando con todo lo que tenían, y de repente escucho a mi líder diciendo a una voz de “Viva la Patria!!”, a lo que yo acompañé con mi pensamiento, pero estaba más concentrado en estar formándole a una distancia y cerca del agua, para evitar que no nos pegaran.

De hecho que no nos pegaron por una cuestión del destino y una traba del radar de los barcos, los que después se cruzaron entre ellos, lo que posibilitó que nosotros pudiéramos atacar a la fragata Broadsword y dejarla averiada con una bomba que pasó y la atravesó en la parte de popa, y en la plataforma del helicóptero.

De inmediato la sección que venia a continuación de nosotros, o sea dos aviones más que venían del mismo lado, pero un minuto atrás nuestro, cuyos pilotos eran Velazco y Barrionuevo, enfrentaron la otra fragata, la Coventry, le pudieron tirar tres bombas de 500 libras cada una y esa fragata de hundió en veinte minutos.

Ese fue uno de los días negros de la flota graficado por ellos mismos, porque tuvieron esa fragata hundida en veinte minutos, con unas veinte bajas aproximadamente y varios heridos, la otra fuera de combate y nosotros pudimos volver los cuatro ilesos.

Así que ese fue un día muy importante para nosotros, aparte era 25 de mayo, a la mañana habíamos tenido la baja de uno de nuestros hombres en una de las salidas, derribaron a nuestro oficial de operaciones al Capitán Palaver.

Fue un día de alta tensión, alta emoción y por suerte de buen balance para nosotros, a pesar de haber perdido a nuestro compañero.

El 27 de mayo, dos días de esa gran misión, fuimos a atacar un puesto ingles, ya que habían desembarcado, habían instalado un puesto de operaciones al que nos toca salir a atacarlo, esta vez con cuatro bombas frenadas con paracaídas porque iba a ser un lanzamiento rasante sobre tierra, y en ese caso hay que usar bombas frenadas para que no exploten debajo de nuestros aviones.

Pudimos hacer la misión, tiramos las bombas, pero a Carballo le pegan evidentemente con metralla desde tierra haciéndole varios impactos, de inmediato se queda sin comunicaciones, sin radio, sin elementos de navegación como para volver al continente de manera segura, entonces en ese momento cambiamos la formación, paso yo adelante, él me forma y simplemente yo hago mi regreso normal porque tenia el avión en condiciones, no quiero hacerme el modesto, pero fue una tarea rutinaria, pero a Pablo le pareció un gran gesto que siempre recuerda, le significó mucho que yo pudiera regresar y traerlo a casa de vuelta.

Nunca volví a Malvinas, prácticamente no se dio por circunstancias, hemos realizado una ceremonia en Gallegos para uno de los aniversarios, pero no se ha dado volver, de hecho yo nunca pise Malvinas, porque los vuelos nuestros fueron de Rio Gallegos a las Islas siempre volviendo al continente, fueron vuelos de incursiones aéreas, así que no tuve el gusto de pisar la turba malvinera… pero la siento igual, la sentimos igual.

Siempre digo que el acto heroico de Malvinas realizado por los pilotos de la Fuerza Aérea, hay que separarlo de la política del momento, la coyuntura política de la verdad de la historia a las cuales debemos aferrarnos, entonces mas allá de esto y del acontecimiento particular que significó, la guerra, la estábamos quizás viviendo, visualizando todos los argentinos, sabíamos que en algún momento íbamos a tener que hacer algo para recuperar lo nuestro, entonces fue como la oportunidad ese momento, al margen de que se estudia mucho la guerra y la situación política del momento.

Hubo muchos eventos que fueron condicionando las cosas de alguna manera, si uno analiza otro tipo de guerras, Irak, el golfo y las guerras mundiales, también encuentra un montón de hechos previos que derivan de dictadores, pero nosotros los combatientes estábamos al margen de todo eso, estábamos en un sistema para el que estábamos preparados, para la defensa de la patria y en eso estábamos concentrados.

“Volvería a combatir en las mismas condiciones, porque haciendo un análisis 30 años después, en ese momento las fuerzas armadas argentinas estaban en su pico máximo de operatividad, de adestramiento, de entrenamiento, de valores, teníamos fuerzas bien compactas. Por eso fuimos, sabiendo que el enemigo era importante, tomamos el desafío y lo hicimos. En la misma condición volvería, yo con 26 años y todos mis camaradas, porque “todos teníamos huevos”.

Ahora las cosas han cambiado mucho, el mundo mismo uno ve que hay grandes revoluciones, grandes movimientos hacia la paz, y todos queremos la paz.

La paz es muy importante y todos quisiéramos que de una vez por todas se arreglara de una forma pacifica y en forma diplomática en los foros correspondientes”.
La paz es lo más importante.

Nosotros tenemos una camaradería que no se ha perdido, siempre esta vigente, siempre nos vemos y a pesar del paso del tiempo, y que cada uno también la carrera posteriormente fue muy diferente, pero tratamos de juntarnos tenemos una gran amistad y camaradería.

Quizás un lazo de sangre nos une, porque nosotros en nuestro escuadrón perdimos nueve pilotos de una cantidad de treinta y dos, o sea que fue un momento en que unos y otros nos comprometimos en recordar a los nuestros, y no quiero dejar de mencionar a las viudas de nuestros caídos, a los familiares que siempre estamos en contacto, tratamos de estar con ellas, que no le falte nada, tenemos una enorme camaradería.

Cadena 3

Luis Satini

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